martes, 31 de mayo de 2011

Sabor, sabor... salado sabor marinero...
Ante esta bella quietud que nos relaja el alma: el gusto al paladar debiera evocar la brisa del mar, húmeda y salada, pero con cuerpo que puede resultar molesta si no es en su justa medida¿?
Pongamos la mesa bien vestida eso sí, al lado del gran ventanal cerrado, que nos permita intuir sin molestarnos todas las cualidades del paisaje, tomando un